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Movimiento Social en Defensa de los Ríos Sogamoso y Chucurí en Santander, 2018.
El ambiente se ha enrarecido, gases provenientes de la putrefacción de la materia orgánica (metano y ácido sulfhídrico), han colmado el ambiente que respiran las comunidades de La Playa, El Puente, Marta, Tienda Nueva, El Peaje, ocasionando dolores permanentes de cabeza, náuseas, ardor en los ojos, falta de apetito y desesperación en los pobladores. Por otra parte, en las madrugadas se han evidenciado grandes cantidades de peces muertos aguas abajo de la represa, sin que hasta el momento ningún funcionario de la empresa haya ido a dialogar con los pobladores ni tampoco la autoridad ambiental.
Ríos Vivos Santander, “Si Hidrosogamoso es desarrollo, el desarrollo nos huele mal”, comunicado del 13 de enero de 2015
Nos transformó la geografía, nos corrió el mapa. A Betulia, por ejemplo, Hidrosogamoso la partió en dos. Eso mismo pasó con nuestra vida, que está rota en dos, antes y después de que se construyera ese muro y se desviara el río. Ha sido un despojo de nuestra identidad.
Movimiento Social en Defensa de los Ríos Sogamoso y Chucurí en Santander, 2018.
El pescado comenzó a escasear al asentarse la industria extractiva en la región. El río y las ciénagas se convirtieron en un vertedero de desechos y, sin importar el papel que jugaba para las comunidades allí asentadas, pasó a ser, más que una fuente de vida y comida, un renglón de la economía energética y extractiva del país.
Tatiana Roa y Bibiana Duarte, 2012.
puedo meter mis paticas en el rio.
Mariana, 9 años
A las mujeres nos importaba cultivar, pescar y sacar a vender a la carretera, ese era nuestro trabajo. Ahora nos toca acostumbrarnos a otras cosas, porque ya no es lo mismo.
Lucely Cristancho, 2020.
Los ríos de la vida y la alegría se fueron volviendo ríos botaderos, ríos muerte, ríos balas, y luego ríos sin pescado, ríos sin barrajobos, ríos acuario… ¿ríos?
Movimiento Social en Defensa de los Ríos Sogamoso y Chucurí en Santander, 2018.
En su siguiente periodo presidencial (2006-2010) Uribe Vélez, mantuvo su plan de desarrollo, apoyando al sector privado como eje central para el crecimiento económico y la generación de riqueza. A través de la Seguridad Democrática, el 2 de diciembre de 2005, el Bloque Central Bolívar de las AUC entregó sus armas en Remedios, Antioquia, también lo hicieron los frentes Walter Sánchez y Fidel Castro, tristemente, el proceso fue más bien mediático puesto que a los pocos días, muchos de los desmovilizados ya estaban de nuevo empuñando las armas y disputándose de nuevo la cuenca del Sogamoso como botín.
Dándole continuidad a la Seguridad Democrática, el presidente Juan Manuel Santos en su plan de desarrollo Prosperidad para todos, siguió manteniendo un enfoque extractivista y latifundista, y fue ahí cuando el sector minero-energético, y por ende Hidrosogamoso, adquirieron gran importancia, puesto que se afirmaba que era un importante mercado con infinitos beneficios. Pero esos infinitos beneficios no eran comparables con la magnitud de los daños que ocasionó. Solo en el plano social se evidencian las fuertes oleadas de desplazamiento que generan estos proyectos. Según el informe de la Comisión Mundial de Represas en el año 2000, entre 40 y 80 millones de personas han sido desplazadas por este tipo de proyectos, entre estos está, claro, Hidrosogamoso.
Para nosotros es muy claro que este proyecto es mucho más que un muro y un espejo artificial de agua, mucho más que una casa de máquinas que genera energía eléctrica: es el rechazo a nuestras formas de habitar el territorio, es el despojo de nuestras vidas por avaricia, es el control de las aguas, su privatización, y con ellas el control de nuestras vidas. Es una forma de colonización con la que volvieron mercancía lo que en realidad es una fuente de vida, un bien común.
Movimiento Social en Defensa de los Ríos Sogamoso y Chucurí en Santander, 2018.
El gerente de Isagén dijo que éramos unos terroristas por haber secuestrado a los trabajadores de la obra el día del paro. Lo único que hicimos fue no dejarlos salir a trabajar ese día. Es la única manera que le pongan cuidado a uno.
Tatiana Roa y Bibiana Duarte, 2012.
En el 2009 se realizaron múltiples movilizaciones que denunciaban la nula participación en el proceso de revisión de la licencia ambiental de Hidrosogamoso y el rechazo a la licencia original concedida a esa represa en el año 2000, puesto que nunca se tuvo en cuenta a la comunidad. Dos años después, en el 2011, mientras el río se transformaba los habitantes realizaron una protesta pacífica demostrando su inconformidad, pero serían desalojados violentamente por parte de la Policía Nacional que priorizó el interés de la empresa sobre los habitantes, como ya hemos mencionado antes.
La fuerza pública tiene rato que por aquí ni fú ni fá. Muchas veces hay problemas, los llaman y se demoran en venir o no vienen. Y en las marchas que hacemos ellos están pendientes. Incluso hubo una marcha que hicimos que vino el Esmad, pacíficos, pero ahí al lado de nosotros. (...) A medida que se construía la represa y ya para terminar. Para cuidar la represa tienen una base militar y ahí cerca hay una estación de Policía, un comando porque también hay oficinas de Fiscalía. Se evidencia más presencia arriba porque tienen una base que cuida específicamente la represa, porque ellos no se meten en ninguna otra cosa. Si los requieren para otra cosa, como que no están autorizados. Al cuerpo de Policía los han requerido para otras cosas y dicen que no es su jurisdicción, que no les compete.
Esperanza Marín, 2020.
Con la represa a nosotros nos desaparecieron la tranquilidad que teníamos antes, y ellos cómo están protegidos por el ejército y la policía si están tranquilos
Mario Mejía, Pescador, 2021
Algunos de estos convenios destinan presupuesto para el “bienestar personal de los funcionarios”, lo cual ha sido criticado y ha despertado alarmas en organizaciones defensoras de derechos humanos, al ser recursos que ingresan para actividades que no están relacionadas estrictamente con sus actividades y misiones dentro de la institución, sino que se pueden constituir en estímulos (Rutas del Conflicto y La liga contra el silencio, 2019). Estos recursos han sido ofrecidos especialmente a unidades de la Segunda División del Ejército que se ubican en la áreas de influencia de las empresas como Barrancabermeja, Sabana de Torres y Lebrija, seguidos de San Vicente de Chucurí, Puerto Wilches, Betulia y Girón. Estos convenios y la militarización de campos petroleros, hidroeléctricas, zonas mineras, palmeras y ganaderas, causa preocupación en algunos sectores políticos y sociales, pues esta relación entre fuerza pública y empresas puede permitir las empresas se conviertan en jefes de hecho del Ejército y la Policía, privatizando la fuerza pública al dar recursos para que los Batallones Energéticos y Viales les presten sus servicios (Cepeda, 2015).
En el caso de Isagén, esta empresa figura como la segunda que más recursos ha invertido en este tipo de convenios con la fuerza pública, al destinar, entre 2008 y 2014, 100.732 millones.
Cepeda, 2015, p. 18
El desarrollo de operaciones militares y trabajos de acción integral y desarrollo en la región, así como los trabajos realizados por los soldados desminadores, permiten hoy brindar un respiro de paz, tranquilidad y desarrollo en una región que en otrora fue epicentro del conflicto armado y que gracias al trabajo articulado con la comunidad y demás autoridades civiles y territoriales, hoy dan cuenta de un territorio turístico que cuenta además con un desarrollo económico cada día mayor. Hoy 37 años después, esta unidad se distingue por sus invaluables servicios y procura de la paz en toda la región, preservando no solo la seguridad de sus habitantes, sino además la Hidroeléctrica de Isagén, también conocida como Hidrosogamoso, uno de los activos estratégicos más importantes para Colombia, que produce el 10% de la energía eléctrica para el país.
Segunda División del Ejército, s.f.
El objetivo de la embarcación, donde funcionarían oficinas de las autoridades ambientales, fluviales y de Policía es prestar los servicios de seguridad y garantizar el desarrollo turístico ordenado en el espejo de agua de casi 7.000 hectáreas.
El Tiempo, 2019
Los imaginarios del desarrollo en la cuenca del río Sogamoso se asentaron y se han alimentado desde 1800 hasta la actualidad.
Fuente: Higuera, C., 2014, “Montebello”